La moneda de México y su economía se mueven en direcciones opuestas, lo que favorece a los alcistas del peso.
Pese a que el país se enfrenta a su peor recesión en casi un siglo, los analistas de divisas esperan que el peso se fortalezca hasta 9.8 por ciento para fin de año. La razón: la inflación subyacente está estancada por sobre el objetivo de 3 por ciento del banco central, lo que significa que Banxico no puede reducir fuertemente las tasas de interés, que se encuentran entre las más altas del mundo, tanto en términos nominales como reales.
“México tiene más de un año y medio en recesión, y la inflación subyacente se mantiene arriba de 3.5 por ciento”, dijo Carlos Capistrán, economista de Bank of America Securities Inc. en Nueva York. “Así es que eso es un motivo para que Banxico se mantenga cauteloso a pesar del colapso económico”.efe